También conocida como "Recinto de los Guerreros Águila", la Casa de las Águilas es uno de los edificios religiosos más impresionantes descubiertos en terrenos de lo que fuera el Recinto Sagrado de Mexico-Tenochtitlan. Desde 1981, año en que fue exhumada, esta importantísima construcción mexica ha sido escenario de trabajos arqueológicos intensivos por parte del Proyecto Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Gracias a las exploraciones de José Francisco Hinojosa (1981-82) sabemos que se trata de un enorme basamento con planta en forma de L, cuyas escalinatas están decoradas con dos esculturas en forma de cabeza de águila.
En el interior de dicho basamento se localizó una subestructura más antigua que, al parecer, es contemporánea a la Etapa IVb del Templo Mayor (c. 1469 d.C.). Se caracteriza por la presencia de varios cuartos internos en perfecto estado de conservación. Sabemos que en época prehispánica se ingresaba a esta subestructura a través de dos escalinatas que ascendían desde la plaza hasta un amplio pórtico sostenido por una columnata. Para llegar al cuarto principal debía atravesarse una puerta custodiada por dos esculturas de cerámica que representan individuos de cuerpo completo vestidos con trajes de águila. Del cuarto principal, ocupado por un amplio altar, se pasaba a los siguientes por un estrecho pasillo protegido por dos figuras esqueléticas, también de cerámica. Se llegaba así a un patio rectangular limitado por dos cuartos. Cada uno de ellos tenía un altar pequeño y un par de braseros de cerámica decorados con rostros de tlaloque derramando lágrimas.